martes, 18 de junio de 2013

Lóbulo derecho a la esperanza, Lóbulo izquierdo al olvido

No sé como explicarlo, nos dimos una oportunidad, cosa que no sabes aprovechar. Ya me fallas y acepto todos estos actos, cuando no tendría ni que tenerte ningún tacto. Pasa esto por delante la verdad...me pregunto si ha acabado, pero cuanto más distante menos posibilidad por mi parte. Vas acumulando con cuentagotas una mar con todo lo que tenías ganado, lo has derribado...
Cada día que pasa estoy más fuerte, no te espero, pero si vienes otra vez en mi búsqueda estaré más severo. 

Estoy feliz, porque voy cerrando una parte, no te niego pero creo que merezco mucho más y yo ya he visto tu manera de caminar. No quiero que quede nada con lo que ya no haya opción de dar marcha atrás, sino exprésate, hay cosas que necesito y tú no das. 


Comenzar de nuevo y sentirte viejo, con el alma floja y la confianza rota. Cada día al pensar ofreciendo, mis 5 sentidos que hacen imaginar todo esto. Cierra el capítulo por completo, no avances ni retrases, decide por una vez que es lo que quieres hacer. Sigue abierta toda esta brecha, con mi vista acecha tu figura, tiende el teléfono desde la tribuna. Pero no logro entender a una puerta que no cierras por la que puedo descender. Es tú y yo, bajo las miradas del flexo que culminan un silencio. Sé que estás, yo estoy, y en ese momento empiezo a recordar porque tenías tanto valor. Pero des de hoy el teléfono ya no suena, empiezo a pensar que igual soy yo que me autoengaño con recuerdos que quiero repescar y la realidad es fiel con una mente que no te quiere olvidar. 




martes, 4 de junio de 2013

A uno de tus juegos le enseño la mano, A uno de tus planes le enseño mi orgullo

Después de decirnos adiós. Que con más rencor que un momento sin corazón. Varios pétalos de rosa en el aire vemos y con nubes ahora cargados de lluvia que descargan todos los besos que te debo. Pero no van a parar a ninguna parte.

El tiempo encierra toda tu figura que muy profundamente se adhiere en mi alma. Con más rechazo pero con mucho anhelo. 


Las sombras sobre nosotros han caído, todo lo cubre mi habitación, la tarde se ha ido. Tardas en comprender, tardo en entender; una ceguera que ambos nos encierra. Tan simple cuando el sol no quiere ver la luna, pero sigue su trayectoria. 


Con más arrugas que sueños se ha vuelto esta etapa, donde hay ganas, miedo y olvidos. Con calambres que simulan el reflejo de mi mente viéndote en todo momento lo que me decías, con silencios que encierran mis labios al querer pronunciar tu nombre.


Será el destino, que juega a juntarnos y un olvido que de tanto en tanto derrapa. Pero no dejes a mi vida con esperanza descargando a la mitad...


No quiero edificar ninguno de tus comentarios, he sido confiable siempre y sin embargo ahora soy un timador. 


Es como si ahora otra persona quisiera salir de ti, y yo de mientras haciendo palanca al destino, sin saber tú querer, sin saber que pretendes en todo este camino. 


Sin darme cuenta regresas a tú realidad, paro, me siento cercano a un río sin movimiento donde se puede ver reflejado tu rostro, pero cada vez que vuelvo ahí, mi vista ya no distingue, se me hace muy dificultoso verte cada vez que te comportas así. 


Evoca toda mi ira sobre mi si quieres, tengo suficientes razones y mi orgullo sobre la luz guarda una sonrisa duradera al optimismo. 


Sigue con tus planes mientras piensas que no estás pensándome que cada día estaré más seguro de no estar seguro.