Te condeno años con la imagen de mi rostro en mi cabeza, ahora no prevaleces ante mi, se hace de noche y no hay nada en este cielo. Ahora mismo hay un cielo, aunque un poco más nublado pertenece para mi.
No tengo riesgo, dejo todo atrás y lejos y en esta oscuridad solo puedo sentir vértigo y mareo. El andar nunca acabará, pero no llevo conmigo los recuerdos.
Empecé unido a esta dura batalla convencido de lograr mis metas, cuando de hecho mis metas no están aquí. Pero ya ves, zanjo una batalla con otras metas mucho más sabrosas, eras como la oración que se pronuncia sin fe ninguna, como la flor que jamás florece o como el pájaro que no vuela.
Déjame decirte algo " me voy ".
Con el tiempo en las manos, como quien no vino, como la fractura de un vinculo perdido. Ni estoy bien ni mal conmigo, entiendo lo que me basta, de tantas cosas me cansan. Lo que contemplo de cerca, y yo alejándome como una verdad que se convierte en mentira, como la humildad se convierte en desprecio y que difícil es enterarme de cosas que ya sabía.
Pocos detalles que llegan en nada, llenos de.. nada. De tantos que nacen sabios y otros de entendidos pero no puedes durar mucho en el mundo. Lo mismo que en borrar tu presencia que ahora mismo yace como vidrio quebrado que ha de romperse.
Estas señales con miradas que detienen tus preguntas, será la mudanza más cruel de tu vida, sin una cicatriz, ni un suspiro, ni un remordimiento. Desaloja todo cuanto te has mentido, no contestes, ni te miro.
Es así, he mudado mis hojas, nunca me distinguirás entre la multitud, no hay incógnita de un regreso casual. Es para siempre, ya está fuera esperándote ese negro carruaje, no abro ni la ventana, quedo indiferente. De los dos caminos que visualizo en mi memoria , tú como un canal codificado y yo lleno de gloria.
