viernes, 30 de agosto de 2013

Sin comunicación ni vivo, ni respiro.

2 meses son sin una palabra, 3 meses cruzamos flechas de dolor. Tus pasos no dejan de seguirme, sé que estás pero te mantienes a lo lejos. Eran días buenos, otros malos y lo que más me encantaba era cuando nos reconciliamos. Me da la sensación como si hubiera pasado ya un vida, lo aguanto pero deseo tenerte en seguida. No sé cuanto más va a pasar, te sigo escribiendo sabiendo que mis palabras jamás te van a llegar.


Son demasiadas horas al día pensando que sería, imaginando y soñando. Fuera de mi alcance...nostalgia de tu presencia, eternidad sangra de mis labios derrotando tu esencia.
Puedes encontrarme si quieres, se agota la confianza lo sé. Pero solo me consuela descansar, cerrar los ojos y volverte a pensar. 

No quiero llegar a la cima de los reproches, no me acostumbrado a ir solo ni si quiera un día iluminado. Has abandonado tu trono. Yo tan estúpido, tú fugitiva de la frustración. Yo... desvistiendo a la realeza en cuerpo y alma dejando morir la imagen de un paisaje para dos.

De todas las sensaciones que guardo son sobre ti, se almacenan como pensamiento y recuerdos que se repiten en el subconsciente. Mis oídos también piensan, todos mis sentidos, por eso cuando camino es verte y oírte, dejar ir tu nombre en un suspiro.
Por eso cada vez que se repite me tiendo a mis anchas a la naturaleza y cierro mis ojos calientes. Todo mi cuerpo en contacto con la realidad, presente de mi ser, conozco la realidad y soy feliz.